Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro
Y, viéndole don Quijote de aquella manera, con muestras de tanta tristeza, le dijo: Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace más que otro.
Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas; porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca.
Así que, no debes congojarte
Por las desgracias que a mí me suceden, pues a ti no te cabe parte dellas.
Y, viéndole don Quijote de aquella manera, con muestras de tanta tristeza, le dijo: Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace más que otro.
Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo
Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas; porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca.
Así que, no debes congojarte por las desgracias que a mí me suceden, pues a ti no te cabe parte dellas.
Porque no es posible que el mal ni el bien sean durables
Porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca. Porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal.